martes, 10 de noviembre de 2015

EL ÁNGEL GUARDIÁN DE LOS NIÑOS

REINO ANGÉLICO: Ángel del Cielo de la Forma.

FUNCIÓN
CELESTIAL: Guardar y proteger a todos los niños...

DONES PARA LA TIERRA: Puede ayudar te a proteger al niño de tu interior que anhela sentirse seguro y amado; a cuidar de todos los nuevos comienzos de tu vida; a honrar lo que hay en tu vida de joven y fresco.

Como ángel protector que vela por todas las nuevas almas que encarnan en la vida terrenal, este ángel ayuda a madres y bebés en los partos. También guía y protege a todos aquellos que ayudan a cuidar de bebés y niños pequeños. Todo nuevo bebé y joven persona es bendecido, protegido y querido por su Ángel Guardián.

Este ángel nos asiste también en cualquier nuevo comienzo, nuevo proyecto o relación. Protege todo lo que es fresco y vulnerable, ayudando a nutrir y sustentar lo que es joven, de modo que pueda volverse fuerte y resistente. Cualquier cosa que sea nueva en tu vida puede ser bendecida por el cuidado amoroso y vigilante que ofrece este ángel.

Orando al Ángel Guardián de los Niños podemos dar gracias al milagro de la nueva vida, y regocijamos en él. Podemos pedir guía y protección para todo lo que haya en nosotros de joven y tierno. Podemos pedir esta bendición para nuestras familias y amigos, y para todos aquellos con los que nos asociamos en nuestros trabajos, así como para otros con los que entramos en contacto diariamente. Todo lo que es joven y tierno en nosotros, vulnerable o necesitado de cuidados, merece una bendición de este Ángel Guardián especial. Ayudará a proteger también todo lo que de inocente y puro haya en nosotros. Ese niño interior que anhela la aceptación y el cariño es reconocido por nuestro Ángel Guardián.

El Ángel Guardián de los Niños puede ayudamos a contactar ese niño interior nuestro que se encuentra solo o falto de amor. También puede ayudamos a sanar heridas profundas debidas a la pobreza de amor, o incluso al abuso. Podemos pedir a este Ángel Guardián que nos ayude a liberar el dolor y los recuerdos tristes y preocupantes de nuestro pasado, y a encontrar la curación para nuestro espíritu. Este ángel ofrece la protección que requieren todos los nuevos comienzos para crecer y florecer. Nos da el alimento que necesitamos para adquirir nuestra fuerza y sentir nuestra estabilidad en las situaciones novedosas. Permite que los tiernos brotes de todo nuevo comienzo arraiguen y prendan en terreno sólido.

viernes, 6 de noviembre de 2015

EL ARCÁNGEL URIEL



REINO ANGÉLICO: Arcángel del Cielo de la Forma.

FUNCIÓN
CELESTIAL: Traernos la luz del conocimiento de Dios.

DONES PARA LA TIERRA: Puede ayudarnos a reconocer la Luz que hay dentro de toda persona; a encontrar el conocimiento para ayudar y curar; a interpretar y descifrar nuestra voz interna.

Uriel, cuyo nombre significa «Luz de Dios», es el ángel que trae a la humanidad el conocimiento y la comprensión de la Divinidad. Es el más radiante de los ángeles, y se le ha pintado descendiendo del cielo en una carroza de fuego tirada por corceles blancos.

Se le ha denominado de diversas maneras, como Llama de Dios, Ángel de la Presencial y Ángel de Salvación. También se le conoce como Príncipe de la Luz e intérprete de las profecías. Fue a Uriel a quien Dios envió a Noé para prevenido del diluvio. La Biblia también nos cuenta cómo Uriel descendió al Jardín del Edén sobre un rayo de sol y se plantó a su entrada con una espada ígnea. Es también el ángel que vigila el trueno y el terror. Como Ángel del Arrepentimiento, puede ayudarnos a entender las leyes del karma, lo que, dicho de manera muy simple, significa que cosechamos lo que sembramos. Uriel también nos ayuda a entender cómo opera la misericordia Divina y nos trae la conciencia de ser todos queridos por el amor de Dios.

Se le supone el ángel de vista más aguda. A menudo se le representa con la llama del conocimiento en su mano abierta, llama de la que la humanidad puede extraer salud y bienestar. Si se abusa de este conocimiento, es entonces Uriel quien trae la retribución Divina. Uriel nos ayuda a entender por qué todas las cosas son como son. Nos ayuda a confiar en el plan divino, de modo que cuando las cosas parecen estar yendo mal, podemos saber que en última instancia son para el bien más elevado y el más grande gozo.

Uriel nos ayuda a interpretar nuestra voz interna y nuestros sueños. Nos guía hacia la comprensión de nuestra naturaleza esencial, y hacia la asunción de una mayor responsabilidad por nuestras vidas. Con esta guía tenemos la posibilidad de llevar a su cumplimiento nuestro potencial como espíritus creativos. Uriel nos ayuda a encontrar nuestra luz interior, y a volvernos tan radiantes como el sol cuando expresamos la plenitud del amor y la belleza que hay en nuestro interior.

EL ARCANGEL RAFAEL


REINO ANGÉLICO: Arcángel del Cielo de la Forma.

FUNCIÓN
CELESTIAL: Ángel de la curación a través del gozo.

DONES PARA LA TIERRA: Puede ayudamos a buscar el don de la curación; nos muestra modos de curamos nosotros mismos; nos ayuda a encontrar la curación en la naturaleza y en la energía universal.

RAFAEL es el responsable de curar la tierra y sus habitantes. Se le atribuye haber curado a Abraham tras su circuncisión, y es el ángel que pasó a Moisés un libro con todas las hierbas existentes que curan enfermedades. El Libro de Tobías, en el Antiguo Testamento, relata cómo Rafael sanó al padre de Tobías de su ceguera por medio de un ungüento hecho con la vesícula biliar quemada de un gran pez. A Rafael se le conoce bajo diversas denominaciones como Supervisor de los Vientos del Anochecer, Guardián del Árbol de la Vida del Jardín del Edén, Ángel del Arrepentimiento, la Oración, el Amor, el Gozo y la Luz. Es el Ángel de la Curación, la Ciencia y el Conocimiento. También se le conoce como el Ángel de la Providencia, que vela por toda la humanidad.

Su nombre significa «Sanador Divino» o «Dios Cura». Rafael es la fuente espiritual detrás de toda cura, y como mensajero de la Providencia Divina trae la curación a todo el que busca ser saludable. Representa la cura definitiva y esencial de todas las enfermedades, que es el retomo a la Fuente. Rafael nos asiste en la curación de nuestros cuerpos, mentes y corazones. Nos ayuda a conseguir la salud e integridad. Se ofrece a ayudar a todos los que sufren y necesitan curación, y cuando es posible alivia el dolor. Cuando abrimos nuestros corazones a la curación, Rafael nos guía hacia los sanadores, terapeutas y consejeros que hacen todo lo que pueden por ayudamos. Conforme asumimos una mayor responsabilidad por nuestra propia curación, anima al sanador de nuestro interior, que sabe lo que es mejor para nuestra salud y vitalidad.

Puede ayudamos a ver las lecciones curativas ocultas en la enfermedad, y a entender lo que el sufrimiento puede enseñamos acerca de nosotros mismos. Cuando escogemos un sendero saludable, su espíritu nos guía para alcanzar la máxima salud.

Conforme transformamos nuestras mentes y corazones heridos, nos allegamos a tocar las alas de Rafael y a obtener el acceso a sus dones Divinos. Siempre está disponible para guiamos hacia la salud y la armonía. Sólo necesitamos deseado por nosotros mismos.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

EL ARCANGEL GABRIEL



REINO ANGÉLICO: Arcángel del Cielo de la Forma.

FUNCIÓN
CELESTIAL: Representar la verdad y pasar la palabra de Dios.

DONES PARA LA TIERRA: Puede ayudamos a expresar nuestra verdad abierta y honestamente a respetar y honrar nuestra individualidad; a atender nuestra intuición y nuestra voz interior.

TRADICIONALMENTE, Gabriel es el mensajero de la Palabra de Dios. Su nombre significa «Dios es mi Fortaleza». Anuncia el misterio de la encamación a todas las almas antes de que nazcan, y nos instruye a todos sobre cuáles serán nuestros talentos y tareas en este mundo. Es el santo patrón de los niños pequeños, y cuida y nutre al niño que hay en cada uno de nosotros, un niño que puede ser detenido en su crecimiento o herido y necesitado de amor. Nos guía a liberar nuestro niño interior con palabras de ternura y amor. Su mano guiadora está siempre ahí para proteger lo que hay de natural y puro en nuestro interior.

Todas las religiones honran a Gabriel como el más poderoso mensajero de la Fuente. Nunca se cansa de pasar la Palabra de Dios a quienes desean escuchada y honrar a la Fuente de su interior. Se le conoce como el Embajador Jefe ante la Humanidad, el Ángel de la Revelación, el Portador de las Buenas Nuevas, el Juicio y la Misericordia. Es el Ángel del Gozo y el Espíritu de la Verdad.

Gabriel
nos ayuda a encontrar la sabiduría que hay en nuestros cuerpos físicos, y a conocer nuestras verdades personales. Respeta la individualidad absoluta de cada persona. Puede ayudamos a vivir fielmente nuestras verdades, honrando nuestros talentos y dones. Puede ayudamos a encontrar el coraje necesario para vivir a partir de ese conocimiento profundo de nuestro interior que respeta nuestras capacidades otorgadas por Dios. Gabriel también puede ayudamos a conseguir desarrollar nuestros dones individuales y a expresarnos plenamente.

La quinta esencia del don que Gabriel nos da es el de alimentar nuestra fortaleza y convicción de que cada uno de nosotros está haciendo una valiosa contribución al desarrollo espiritual de la humanidad por el simple hecho de ser quien somos. Está a nuestra disposición para ayudamos a comprobar la verdad en situaciones en la que existe un conflicto entre lo que creemos correcto y lo que se presenta como la verdad. Nos ayuda a ver lo que es real para nosotros en toda situación en la que requiramos nuestro discernimiento e intuición para dirigimos y guiarnos. Gabriel ilumina el camino hacia la verdad del interior de nuestros corazones, y nos ayuda a ver cuál es el sendero correcto a seguir para nuestro bien más elevado y nuestro más grande gozo.

lunes, 2 de noviembre de 2015

SOÑAR CON LOS SERES QUERIDOS FALLECIDOS

Suelo recibir muchos correos con un mismo denominador común o con la misma pregunta, qué significa soñar con los seres queridos que han fallecido. Así que intentaré responder de la manera más sencilla que pueda.
El mundo de los sueños es enorme, lo imposible se convierte en posible. ¿Fantasía o realidad, liberación o pesadillas? Hay un poquito de todo.
A veces nos liberamos de nuestras ataduras y la mente descansa; otras veces, revivimos situaciones hasta encontrar la solución a los problemas cotidianos o preocupaciones dolorosas. En otras ocasiones, recibimos informaciones que pueden ser simbólicas, mensajes directos. Y también, podemos conectar, hablar, ver y sentir a seres que viven cerca, lejos o que han fallecido.
Es importante saber que no todas las veces que soñamos con algún ser querido que ha muerto, significa que hemos tenido una comunicación con ellos. A veces simplemente se trata de un sueño, de un recuerdo, de una vivencia compartida o deseada.
Otras veces, los sueños que tenemos con los seres queridos que fallecieron son reales. Les vemos, sentimos, escuchamos y hablamos con ellos como si estuvieran vivos. Es más, inclusive, en esos momentos, no recordamos que han muerto. Son reales, hay una interrelación entre ellos y nosotros.
Estas comunicaciones a las que llamamos sueños, no lo son. Se producen en un lugar intermedio entre ellos y nosotros. Un plano vibracional y energético en el que el contacto es posible. La sensación es de realidad, porque lo es. No es una fantasía. Generalmente son “sueños” en los que además de verles, pueden decirnos cómo están, les podemos contar cómo nos sentimos sin ellos, qué nos preocupa, cómo podemos enfocar o vivir una determinada situación.
No siempre hablamos con ellos. En algunas ocaciones, permanecemos estando en silencio, escuchándoles, pues tienen un mensaje que darnos. Se encuentran bien, necesitan que recemos por ellos, que nos despidamos, quieren que estemos felices porque han encontrado la luz, quieren que encontremos algo, que rehagamos nuestra vida, etc.
Estos “sueños”, se producen en el campo astral. No tenemos que hacer nada especial para “viajar astralmente”, ya que lo hacemos a diario aunque después no lo recordemos. Una manera de diferenciarlos de los sueños normales, es la sensación de realidad tan clara que tenemos. Hemos estado allí, hemos hablado con otros seres conocidos o no, visitado ciudades desconocidas, acudido a un concierto, una exposición, una boda o un acontecimiento social, etc.
Y sobre todo, es ése lugar intermedio, en el que lo imposible se convierte en realidad, donde podemos reunirnos con nuestros seres queridos que han fallecido. El poder acudir a este lugar no significa que automáticamente veamos a nuestros seres sólo por el hecho de estar en ese plano.
Cuando soñamos con nuestros seres queridos, y estamos en astral, lo ideal sería estar abiertos a vivir el momento, sentir con plenitud, preguntar nuestras dudas, percibir cómo están, sentir su amor o sus necesidades. A veces, con verlos es suficiente; con una mirada sabemos cómo están y lo que sienten. Y ellos a su vez, saben lo que hay en nuestro corazón y mente.
Al despertar, podemos pensar que hemos desaprovechado una oportunidad especial de poder decir más de lo que dijimos, de expresar nuestro amor; pero no es así, en un instante tenemos toda la información que necesitamos saber. Cuando despertemos, será la mente la que jugará con nosotros y querrá saber más cosas, puede que ponga en duda lo que hemos vivido. Si es así, aconsejo que escuchéis a vuestro corazón, él dirá si lo que habéis vivido es real o inventado. Se tiene una certeza muy clara aunque no podemos explicarlo con palabras.
Soñar con nuestros seres queridos, a veces es un encuentro maravilloso que no deseamos que finalice; que nos permite expresar lo que sentimos en un segundo, recibir consuelo y amor al instante. Otras veces, soñar con ellos, es sólo un sueño, un deseo. Quién haya vivido y sobre todo, quién recuerde sus experiencias verá que son distintas a un sueño normal. Podemos apuntar lo que hemos soñado o vivido y después será más fácil analizar qué tipo de experiencia hemos pasado.
Disfrutemos todo lo posible de los encuentros con nuestros seres queridos mientras “soñamos”. Recordemos que el tiempo y el espacio no son iguales en todas las dimensiones y planos energéticos. Eso hace posible que vivamos experiencias y comunicaciones con los seres que queríamos y que murieron, que a su vez, siguen vivos no sólo en nuestra memoria, sino en el plano energético que les corresponda según su vibración y evolución.

Escrito por María Eugenia Auresanz